He reunido situaciones que nos han pasado a todos supongo, unas son fastidiosas, otras también pero además son dolorosas, pero todas odiosas.
En una obra en la calle, como las muchas que hay, con un paso habilitado para los peatones muy estrecho, pues siempre te encontraras a mitad y dificultando el escaso paso a alguien hablando como si no pasara nada. No se darán cuenta que tenemos que pasar los demás.
Las obras en las calles, con aquellos entrañables jefes de obra (los abuelillos) de cómo se deberían hacer las cosas, por cierto siempre en medio también.
La gente que en el metro no deja salir antes de entrar. El ceder un asiento a una mujer ya nadie lo hace, (yo si lo he hecho, suena casi a edad media).
La perdida de caballerosidad, que si hiciera ahora lo que me enseñaron de pequeño, parecería un tonto de remate, una pena.
Aquella persona que le haces un favor y te dice cuando lo estas haciendo que su pareja lo hubiera hecho mejor y pienso, “si, puede ser, pero aquí no esta”, o también, “lo hago lo mejor que puedo y sé”.
Quien te habla maravillas de su pareja y te hace sentirte mal ya que su pareja es muchísimo mejor que tu, pero al terminar con su pareja tu eres su mejor amigo. Pues cuando no valía nada no decías nada bueno de mi.
Quien te dice, te busque pero no te encontré, cuando tu teléfono lo tienen igual que el de otra persona que si fue invitada y fue llamada y el tuyo ni sonó.
Los que dan consejos que si esto es mejor que aquello, cuando tu estas compartiendo una cosa. Ellos siempre tienen esa misma cosa pero la suya es mejor, pero no lo comparten ¿Cómo sabré si lo suyo es mejor entonces?
El típico enteradillo que sabe de todo y nunca te da la fuente de información para saber si es cierto lo que dice o no. O el enterado a medias, que sabe de todo, poco y mal y casualmente es la gente mas intransigente. Claro que de estos si utilizas la ironía, hasta te ríes de ellos dándoles la razón.
El que pone la música a todo meter, porque es buena música. Si lo es, seguro, pero también hay a quien no le gusta y quiere descansar sus oídos.
También esta esa persona que se apropia de tu trabajo ante terceros. Lo hecho por ti, se convierte en propio de otras personas, pero con el reconocimiento del esfuerzo hacia esa persona que se adueño de lo tuyo.
Algunas cosas molestan, otras simplemente nos hemos acostumbrado a verlas y nos hemos inmunizado, pero si alguna vez somos los protagonistas de cualquier hecho que he puesto, por una vez pensemos en los demás.